Hay decenas de formas de llevar una relación de pareja y cada una de ellas tiene sus particularidades, además de sus pros y contras. Es por eso que hoy hablaremos de las parejas sin hijos y de cómo funcionan, respondiendo a la vez a preguntas como ¿puede ser feliz una pareja sin hijos?, y ¿cómo es una pareja de esta clase?
El amor y sus mil caminos
Como ya es sabido, hay mil formas en las que el amor se abre camino hasta nosotros y otras mil formas de vivirlo y cada una de estas formas ha ido cambiando y evolucionando a lo largo de los años adaptándose y mejorando o empeorando según la sociedad lo ha permitido.
Lo bueno es que el mundo ha estado evolucionando hacia un futuro más liberal en el que se mira más por la felicidad sin límites sociales que por tener una buena imagen y en el que la aceptación de cómo son los demás es el pan de cada día. Y aunque cueste en ocasiones, poco a poco es hacia lo que se dirige el futuro.
Esto es genial pues permite que la gente tenga mayores libertades y pueda amar a su forma y manera sin preocuparse o ser juzgado por nadie. Esto a dado lugar a muchos más tipos de pareja de los que había anteriormente y una de ellas son las parejas sin hijos.
Algo así, antaño, hubiera sido algo inaceptable pues el objetivo natural era conseguir una vida estable con buena economía y un hogar perfecto en el que poder criar hijos y lograr, así, una familia perfecta para que a su vez los hijos, bajo un buen techo y con unos buenos estudios, pudiese repetir el camino de sus padres para conseguir formar su propia familia.
Pero gracias a la evolución de la que hemos hablado y a la búsqueda de la satisfacción personal, de la que también hemos hablado, ha nacido la posibilidad de las parejas sin hijos en la que el objetivo no es formar una familia sino la satisfacción y realización laboral y personal.
Motivos de las parejas sin hijos
Los motivos para este tipo de pareja son muchos y diversos, algunos de los más comunes pueden ser el temor a no poder ofrecerle una vida plena a su hijo por falta de dinero o de tiempo y el temor a no ser un buen padre y cometer errores irreversibles en la infancia de su hijo.
Otro de los motivos puede ser tener una visión tóxica del mundo y no querer traer una criatura tan inocente a un mundo tan horrible y perverso, corrupto por la maldad y la avaricia o el simple hecho de no querer tener un hijo para centrarse más en uno mismo que en cuidar de la vida que ha traído al mundo, para lograr así mejores éxitos laborales o una vida más emocionante.
Lo único a tener en cuenta es que la decisión de ser o no padre/madre es básicamente la decisión más importante de la vida y no debe ser tomada a la ligera, pues conlleva muchas responsabilidades tener un hijo y en muchas ocasiones es mejor no traer una vida a este mundo que acabe perjudicada por la incapacidad de los padres para saber cuidarlo y llevarlo por complejos y peligrosos caminos de este oscuro mundo.
¿Las parejas sin hijos pueden ser felices?
La respuesta es simple, Sí. Ahora bien, vamos a explicar este sí absoluto a la pregunta: ¿Las parejas sin hijos pueden ser felices? Las parejas sin hijos pueden ser felices perfectamente pues aunque para muchos la familia y el conseguir tener un hijo sea la mayor felicidad y el mayor éxito, no es así para todos.
Para otras personas su éxito laboral o el cuidado de la pareja es prioritario y esto es perfectamente válido. Cada uno tiene sus motivos y razones para hacer lo que hace y ninguno debemos juzgar a los demás, pues cada uno debe centrarse en uno mismo y conseguir una vida satisfactoria con lo que a cada uno le haga feliz y le llene, pues esa es la mejor forma de vivir el típico hakuna matata de toda la vida.