Ritual de lavanda para el amor propio.

Hay que recordar que para realizar hechizos o rituales siempre deben ser en lugares tranquilos donde la tranquilidad y la concentración sean lo primero. Para realizar este hechizo debes comprar, aceite esencial de lavanda, una vela de color morado o violeta, un espejo si no tienes ninguno, un cuenco con sal gorda y otro con agua que previamente hayas recogido de la lluvia o de un riachuelo y un ramillete de lavanda natural o seco.

Busca un lugar tranquilo donde puedas concentrarte, machaca en un bol de madera lavanda y siete gotas de esencia de lavanda, mezcla todo y guárdalo. Con un palillo de madera pon tu nombre a la vela y úntala con el preparado del bol de madera. Prende la vela frente al espejo donde se vea la vela reflejada completamente al cristal, es muy importante que la vela la enciendas con un fósforo de madera. Coge un bol o plato de cristal blanco y pon en el centro la vela encendida añadiendo el agua del arroyo y tres puñados de sal gorda.

Ahora cierra los ojos y ponte de rodillas frente al ritual y el espejo y recita en forma de mantra estas palabras “ yo invoco a los elementales del agua y la sal para que purifiquen mi ser, que la luz que brilla concentre mi sabiduría para a si terminar mi hechizo en armonía” repite varias veces y deja que se consuma lentamente la vela. Cuando ya se apague la vela, veras que queda como unos restos de cera derretida, guárdala en una caja pequeña de madera y ponla en tu mesilla de noche.

Este ritual te dará fuerzas para creer en ti, para ponerte por delante de todos aquellos que miran por sí mismos, para creerte, para confiar, para vivir y sobre todo para brillar.